No. Te aseguramos que tenemos un montón de ideas más
En Treze Ideas, el nombre se nos quedó corto.
Podríamos decirte que somos una agencia de desarrollo web y marketing digital con un enfoque innovador, creativo y estratégico. Pero ¿cuántas veces has leído eso?
Por aquí preferimos que nuestro trabajo hable por nosotros. Si buscas algo diferente, una web que de verdad funcione y un equipo que piense más allá de lo evidente… bienvenido.
Si hay un problema, hay una solución. Y si no la hay, es que no era un problema.
Aquí no nos va el drama. Si algo no funciona, lo analizamos, lo mejoramos y lo convertimos en una oportunidad. O al menos eso diría ese coach de autoayuda que insiste en que crisis y oportunidad se escriben igual en chino.
Menos lamentos, más acción. Eso es lo que hacemos.
Soy Cristian, fundador de Treze Ideas, y después de más de una década en el mundo digital, he visto muchos problemas… y encontrado muchas soluciones.
Siempre he sido de esas personas que no pueden evitar desmontar cosas para entender cómo funcionan. Desde pequeño, quería saber por qué algo fallaba y cómo arreglarlo.
Con el tiempo, me di cuenta de que en el mundo digital pasaba lo mismo: hay problemas, pero también hay soluciones, solo hay que saber dónde buscar.
Dicen que todos necesitamos un médico de confianza, un buen mecánico y alguien que sepa arreglar líos digitales. En mi caso, lo último lo tengo cubierto.
Desde que descubrí el mundo del desarrollo web y el marketing digital, supe que quería dedicarme a esto. No porque sonara bien en el currículum, sino porque me fascina entender cómo funciona (y cómo se puede mejorar) el entorno digital.
O quizá todo empezó en el momento en el que vi a mi hermano mayor crear con la programación lo que, de pequeño, me parecía magia.
Por todo ello, decidí estudiar Administración de Sistemas y Redes. Aunque aprender a manejar servidores solo fue el comienzo.
Después de aquello, no paré de formarme. Vinieron másters y cursos de desarrollo, programación, diseño y márketing (además de un montón de formación autodidacta, porque si algo me obsesiona, lo estudio hasta entenderlo al milímetro).
Esa mezcla de conocimientos es lo que me ha permitido entender las webs desde dentro y desde fuera: cómo construirlas, cómo optimizarlas y cómo hacer que realmente cumplan su función.
Porque una web no es solo código y diseño bonito, es la herramienta que puede multiplicar los ingresos de un negocio si está bien hecha.
Algo más hay, pero tampoco es para hacer un documental
Como buen desarrollador, soy un perfecto friki (¡¿qué esperabas?!). Siempre me han encantado los videojuegos, especialmente Zelda y Super Mario. Tanto es así que llevo un tatuaje de Mario caracterizado como Link.
El número trece siempre ha tenido en mi familia un significado especial, de ahí el nombre de la agencia: Treze Ideas.
Trece, como el día de diciembre en el que nació mi madre.
Trece, como los años que me llevo con mi hermano.
Trece, como el nombre de los tres bares de mi tía levantó de la nada.
Trece, como aquel sábado de julio en el que me casé con mi persona favorita.
Uff, creo que me he puesto muy profundo.
Así que vuelvo a mi modo payaso habitual para contarte “treze” cosillas que poca gente sabe sobre mí. Si es que aún sigues por aquí…
Soy fan de Marvel. Así que si eres de DC… Trabajaré igual de bien en tu proyecto, pero mientras refunfuño por tu pésimo gusto.
Adoro a los animales, algo que me llevó a ser vegetariano.
Disfruto mucho escribiendo, y aunque no sea un genio de la literatura, nunca dejaré de hacerlo porque me hace feliz. De hecho, hace unos años, autopubliqué un libro de poesía.
Cuando me pongo nervioso, mi humor decide hacer una entrada estelar (o no tan estelar...).
Como persona curiosa, adoro tener una profesión que requiere formarse de manera continua.
Aunque soy algo tímido, me encanta dar ponencias y formaciones. Cuando estoy hablando de algo que me apasiona, se me olvida la vergüenza (o casi).
Me gustan los retos; por eso, si alguien me dice que algo no se puede conseguir, no dejaré de intentarlo.
Soy de La Rioja, pero si me das a elegir entre el café y el vino, me quedo con el café.
De pequeño hice karate, un deporte que me enseñó mucho sobre disciplina y respeto, valores importantes en mi vida.
Creo que la vida sin música sería cuanto menos aburrida. No hay día malo que no mejore un poco escuchando tu canción favorita, al menos durante unos minutos, ¿no crees?
No me odies cuando leas esto, pero trabajar me relaja. No quiero decir con esto que no sufra, como todos en este planeta, en momentos de estrés, pero concentrarme en mi trabajo me ayuda a desconectar.
Tengo más miedo a las alturas que a enfrentarme a un proyecto complicado.
Es probable que, si cogemos confianza, me veas aparecer en alguna de las videollamadas con mi batamanta de patos.
Si has llegado hasta aquí, felicidades, acabas de conocer más detalles sobre mí que mucha gente que me ha visto en bodas y reuniones familiares.
Ahora la pregunta es: ¿nos quedamos en lo anecdótico o pasamos a la acción?
Llevamos más de una década trabajando en desarrollo, diseño y marketing digital. Y en este mundo, si sobrevives tanto tiempo, es porque sabes lo que haces.
Con los que valoran el trabajo bien hecho y quieren algo más que una web genérica. Si solo buscas lo más barato y rápido, probablemente no encajemos. Si buscas un equipo que se implique y cuide cada detalle, aquí estamos.
¡Por supuesto! No esperamos que llegues con un plan maestro bajo el brazo. Si tienes claro que necesitas mejorar tu web, tu estrategia o tu presencia digital, pero no sabes exactamente por dónde empezar, te ayudamos a aclararlo.
Agendamos una reunión, analizamos tu caso y te orientamos sobre la mejor solución para ti. Sin presiones ni discursos de venta agresivos. Solo una charla honesta para ver qué necesitas y cómo podemos ayudarte.
Escríbenos y lo vemos juntos.
Solo si cogemos confianza y la videollamada es a horas indecentes. Pero siempre con dignidad.
Nos gusta demasiado lo que hacemos, y eso juega a tu favor
Nuestros clientes podrían decirte que somos profesionales comprometidos, que trabajamos con estrategia y que nos dejamos la piel en cada proyecto. Y sería cierto. Pero la realidad es que nos gusta tanto lo que hacemos, que no podemos evitar obsesionarnos un poco (en el buen sentido).
No somos de los que entregan lo justo y necesario, sino de los que afinan, prueban y optimizan hasta que el resultado es lo que realmente merece tu negocio.
Porque una web no es solo una web. Un diseño sin intención no comunica. Y una estrategia sin sentido no vale para nada.
Así que, si has llegado hasta aquí, tenemos dos opciones:
Nosotros apostamos por la segunda. ¿Tú qué dices?
